Experiencia, astucia, picardía… El zorro es una de las figuras más respetadas del reino animal. Ejemplares con la inteligencia para domar grandes bestias; que controlan la ferocidad de las fieras. El olfato y la audición los convierte en animales sigilosos; maestros del silencio que saben cómo y cuándo atacar. Son ladinos por naturaleza y el miedo no corre por sus venas. Sportivo Guzmán tomó parte de las cualidades del pintoresco animal. Leyó a la perfección el duelo, golpeó en los momentos claves y durmió al “león”, que se atragantó con el rugido de campeón. Una fábula que derivó con el tricampeonato de los “julianos” -sexto en la historia de la Liga Tucumana- en el Monumental José Fierro.

Los parangones con el pintoresco animalito no acaban. Claro; Sportivo entró por la ventana a la fase final y se quedó con todo el botín: la victoria de All Boys sobre San José fue suficiente para que los “julianos” terminen como líderes del grupo “B” en la segunda fase de la Copa Tucumán. Y, una vez cómodo en el terreno, sacó “chapa” e hizo pesar la experiencia para los duelos directos.

Las coincidencias no acaban allí. El gol fue un mix entre fortuna y táctica. El volante Ángel Amaya presionó la salida del defensor Omar Castaño, y tras una carambola ingresó en el arco de Leonardo Torres. “Fue un poco de suerte. Surtió efecto la presión, ja”, dice el “10”, que fue elegido como mejor jugador de la final. “Por el rival, que era un clásico, este título tiene un sabor especial. Los de la Banda tenían buenos jugadores y son un gran equipo, pero se enfrentaron con Sportivo Guzmán”, añade. Claro; los “julianos” impidieron que Atlético Concepción corte una sequía de 28 años sin títulos.

La perspicacia del volante no finalizó con el gol. El “10” ingresó al área por la banda izquierda, y recibió una dura entrada de Mauro Galván. Penal y el triunfo estaba a un paso. Más bien a un disparo. “Siempre fui con mi hermano de chiquito. Por distintos motivos, terminé dejando y mucho tiempo después me llamó Julio Caldés. Él fue el que me hizo venir a acá. Después tuve de entrenadores a Dardo Sánchez, Walter Concha, Víctor Concha… ellos me subieron a Primera; estos tres títulos tienen un sabor especial porque fue una revancha. Había perdido tres finales en inferiores y en reserva. Ahora, estoy disfrutando del tricampeonato”, recuerda. “Vamos a festejar en el Humberto Rizza. Después pensaremos en cuál va a ser el próximo objetivo”, agrega.

El disparo desde los 12 pasos da lugar a otra película; la del otro héroe de Sportivo: Nahuel Abregú. El arquero ya había sido la figura en las finales del Anuales de 2022 (atajó un penal en la tanda de penal frente a Graneros) y de 2023. Pero, esta final tendría un gusto diferente.

La actuación se inició en el primer tiempo, aunque no fue de la mejor manera: a los 21’, el arquero cometió un penal sobre el delantero Gonzalo Quinteros. El hecho parecía derrumbar las aspiraciones de la triple corona.  Axel Epifanio, goleador de los “leones”, era el encargado de inclinar la balanza a favor de los bandeños. Pero, el arquero interpretó el remate y salvó la caída de la valla de Sportivo.

El segundo momento fue en el complemento. Tras la falta que recibió Amaya, Abregú tomó la pelota y se hizo cargo de la responsabilidad de incrementar la ventaja en favor de Sportivo.

Nelson (Martínez Llanos) me dijo: ‘Nahuel, hagamos de cuenta que voy a patear yo, pero lo haces vos’. Por suerte salió bien la estrategia”, indica el arquero, que llegó al club en 2011 y  consiguió el quinto título con los “julianos” (cuatro liguistas y el Torneo del Interior). “Mis compañeros dejan la vida cada vez que les toca jugar. Estoy muy orgulloso de ellos. Uno se entrena al máximo para estar tranquilo en estos partidos. Ahora, la promesa, y lo que queremos, es jugar en otra categoría. Ojalá lo podamos cumplir”, comenta.

Para Leandro Fligman, la conquista significa el segundo título de su corta carrera como entrenador. En este sentido, el DT consideró que el sentido de pertenencia es uno de los baluartes de la filosofía “juliana”. “Son 18 jugadores de Villa 9 de Julio. Hoy somos el tercer grande de Tucumán con todos jugadores del barrio”, apunta.

“Somos un grupo muy unido que nos tratamos como hermanos y, sobre todo, somos hinchas de Sportivo. Tenemos mucho coraje para jugar al fútbol y eso se combina con un hambre de gloria terrible. No es para nada fácil ganar torneos en tres años seguidos. Espero que sigamos por este camino”, añade el volante Gustavo Castillo, uno de los experimentados del plantel.

Fligman también asegura que el “factor humano” tiene un peso determinante en la conquista.

“La máxima virtud de este grupo. Son muy unidos y uno los guía un poco, pero son ellos. Yo no conozco otro caso en el último tiempo en el que se consiga tres campeonatos seguidos”, señala.

Así, Sportivo tuvo la paciencia necesaria para conseguir una victoria, que quedará grabada en el corazón de los “julianos”.

Síntesis de la final de la Copa Tucumán

SPORTIVO GUZMÁN: Nahuel Abregú Moyental; Matías Barrionuevo, Agustín Smith, Julio Caldez y Santiago Yuretic; Gustavo Castillo, Lucas Sánchez, Damián Perdiguero y Ángel Amaya; Santino Lucena Chamorro y Nelson Martínez Llanos. DT: Leandro Fligman.

ATLÉTICO CONCEPCIÓN: Leonardo Torres; Juan José Martínez, Omar Castaño, Nicolás Verón y Nicolás Segura; Santiago Bazán, Sergio Alarcón, Marcelo Domínguez y Ezequiel Martínez; Axel Epifanio y Gonzalo Quinteros. DT: Alejandro Bernat.

GOLES: Segundo tiempo: 1’ Amaya (SG) y 21’ Abregú Moyental (SG) de penal.

CAMBIOS: 57’ Mauro Galván por Segura (AC), 68’ Luciano Robledo por Castillo (SG), 75’ Martín Espinoza por Domínguez (AC), 77’ Matías Soria por Barrionuevo (SG), 85’ Agustín Saracho por Martínez (AC), Patricio Moyano por Alarcón (AC) y Alexis Santana por Quinteros (AC).

INCIDENCIA:  26’ Abregú Moyental le atajó un penal a Epifanio (AC).

EXPULSADO:  62’ Castaño (AC).

ESTADIO: “Monumental  José Fierro” (Atlético Tucumán)

ARBITRO:  Aldo Herrera.

ASISTENTES:  David Royano y Franco Díaz.

CUARTO ÁRBITRO: Alejandra Cruz.